¿Por qué inscribirte a Estética Cinematográfica? Te damos 10 razones

by admin on Ago 14, 2013 with No Comments

Diez razones por las que debes estar en el curso de Estética cinematográfica, pensar el cine con Deleuze

(o sobre diez fórmulas poéticas que pretenden resumir el pensamiento deleuziano)

Escribid a n (n-1), escribid con slongans: ¡Haced rizoma y no raíz, no plantéis nunca! ¡No sembréis, horadad! ¡No seáis lo uno ni lo múltiple, sed multiplicidades! ¡Haced la línea, no el punto! La velocidad transforma el punto en línea. ¡Sed rápidos incluso sin moveos! Línea de suerte, línea de cadera, línea de fuga. ¡No suscitéis un General en vosotros! Nada de ideas justas, justo una idea. Tened ideas cortas. Haced mapas y no fotos ni dibujos. Sed la Pantera Rosa y que vuestros amores sean como los de la avispa y la orquídea, el gato y el babuino.

DELEUZE&GUATTARI. Mil Mesetas.

Sólo necesitamos un poco de orden para protegernos del caos.
La filosofía de Deleuze, el cine y toda una teoría que apuesta por el desorden de lo establecido puede verse bajo el slogan posmoderno de “todo vale”, sin embargo, en el curso comprobaremos que detrás de la supuesta simpleza (en el sentido de que la filosofía de Deleuze se encarga de lo simple y lo menor) se esconde todo un sistema complejo del pensamiento actual que aboga por un mundo y una subjetividad nuevas muy relacionadas con el cine. Ese arte es un rumor que podremos observar cuando veamos Las Margaritas o Pierrot Le Fou.

Je suis un autre. Yo es otro.
En el constante ritmo de acontecimientos en el que se instala la estética deleuziana deconstruyen al hombre que no se instala en un tiempo eterno sino que está atravesado por una multitud de mapas y trayectos, de devenires que le hacen perder el rostro. Este concepto se da en lo que Deleuze llama “el cuerpo sin órganos” que es un cuerpo desigual y no proporcionado como acostumbra la estética tradicional donde se hacen mapas y no calcos ni dibujos miméticos como en Alicia en las ciudades.
Evidentemente toda vida es proceso de demolición.
Para poder pensar de otra manera y que emerja el pensamiento y la estética de la diferencia es preciso utilizar el martillo de Nietzsche como hizo Godard cuando filmó À bout de souffle.
Desarrollad vuestra legítima rareza (n-1).
Deleuze también trata la vida de esos hombres infames que no tienen representación y que viven de un modo que siempre ha sido considerado digno de no ser narrado. Una vez que la estética de la diferencia sale a la luz, podemos ver películas sobre lo anormal e insignificante, pues no se trata en Deleuze de las grandes historias con grandes finales sino de lo menor y lo pequeño como podemos observar en cualquier película de Rhomer o en El cielo sobre Berlín.
No hay imágenes justas sino justo una imagen.
La obra de Deleuze no trata tampoco sobre grandes argumentaciones sino que más bien plantea el papel de la imagen como agente el pensamiento actual y justifica el esplendor de las ideas cortas. Trastocando el lema de Godard podríamos decir que nada de ideas justas, sino justo una idea.
En la bandera de la libertad bordé el gran amor de mi vida.
La estética deleuziana, que tiene como base la ética de Spinoza, apuesta por la alegría y el desarrollo de las potencias así como la eliminación de los afectos tristes donde no existe ninguna semejanza, ningún rostro, ningún tipo de voluntad ni moral tradicional, donde existe una plena libertad creativa.
La velocidad transforma el punto en línea.
Otro de los puntos fundamentales de la filosofía de Gilles Deleuze es la concepción del tiempo, del movimiento, de la duración y del sentido-montaje donde nada permanece sino que todo fluye desde diferentes líneas de fuga.
Como es mejor el verso aquel que no podemos recordar.
El papel de lo virtual (real sin ser actual, ideal sin ser abstracto) es otro de los puntos fundamentales en Deleuze por lo que trataremos toda una relación con la memoria, el tiempo… que se podrá observar en películas como El Año pasado en Marienbad y otras.
El tiempo se ha salido de sus goznes y el tiempo cinematográfico lo pone en evidencia.
Sólo hace falta ver un trozo de Pulp Fiction o Lost Highway.
Todos los libros hermosos están escritos en una especie de lengua extranjera.
Porque cuando se trata de la diferencia, la novedad y la creatividad, necesita desentrañarse el papel de la imagen que habla por sí sola una lengua diferente.